Las grandes formas musicales son estructuras y tradiciones compositivas musicales que nos permiten distinguir entre obras musicales, ubicarnos en un tiempo y espacio y conocer el carácter de una pieza. En esta publicación explicamos brevemente en qué consiste cada una y dejamos un vídeo de ejemplo.

Sinfonía

Esta es una de las más famosas formas musicales, se trata de una composición para orquesta, es decir que cuenta con una riqueza de instrumentación, Está compuesta en cuatro movimientos o capítulos de obra. Es común encontrar que estos movimientos se distribuyan así: alegro, largo o lento, molto vivace o minueto y alegro o presto.

Los tiempos de la sinfonía son constantes y la estructura interna es similar a la sonata clásica. En un comienzo, se consideraba una sinfonía como parte de otras obras (óperas, oratorios, cantatas), pero con el tiempo esta pieza fue tomando fuerza hasta convertirse en un género independiente.

Consideramos a Giovanni Battista Sammartini (1700–1775), como uno de los precursores de la sinfonía y reconocemos la labor de los músicos de la Escuela de Mannheim, quienes perfeccionaron y desarrollaron las bases de la música orquestal, adoptando la nueva forma estructural: la sonata, introduciendo además instrumentos de viento.

Sonata

Las sonatas son una de las formas musicales empleadas sobre todo como primer movimiento en obras de cámara y sinfonías.

Hay sonatas de tres y cuatro movimientos. De manera general, las sonatas inician con una introducción de carácter tranquilo, una exposición de dos temas (uno rítmico y el otro expresivo), un desarrollo de los dos temas presentados (éstos se vinculan y transforman pasando por varios tonos) y una reexposición que, como su nombre lo indica, es una repetición de la exposición que finaliza con una sección conclusiva.

Fuga

Es una de las formas musicales instrumentales de varias voces que se van superponiendo entre sí, en una rica polifonía. Las ideas principales de una fuga se llaman “sujetos”, que reaparecen como tema o línea principal en las distintas voces y van acompañados de otros temas secundarios que en sí mismos también podrían ser protagonistas o líneas musicales de igual importancia, de allí su complejidad.

Las fugas se desarrollan en un solo movimiento. Quien llevó este arte a su máxima expresión fue Johann Sebastian Bach de quien recomendamos “El arte de la fuga”.

Variaciones

Son piezas breves instrumentales basadas en un mismo tema que se repite varias veces 1) modificando su ritmo, 2) modificando la armonía y contrapunto, pero no en el tema o 3) modificando el tema, pero manteniendo un detalle que ayude a una nueva idea.

De las variaciones como una de las formas musicales se derivan otras formas que conocieron su apogeo en el barroco: el bajo obstinado, la pasacaglia, la chacona…

Suite

Es una pieza instrumental que nace en el Renacimiento en la cual se alternan entre cuatro y seis movimientos de danza de ritmos binario y ternario y tempos contrastantes. Una suite puede ser interpretada por un solista o por un grupo de cámara.

De manera general, podemos decir que una suite es una serie de piezas cortas que se interpretan de manera consecutiva.

Obertura

Es una de las formas musicales instrumentales que preceden a una de mayor extensión como puede ser una ópera, un oratorio, una sinfonía. Se puede componer en tres secciones (rápida, lenta y rápida) según el modelo italiano en el barroco y clasicismo o según el modelo francés (lenta, rápida, lenta).

Las oberturas también adquieren otros nombres: si es de corta duración se les llama preludio, y si aparece entre dos actos se les llama intermezzo o intermedio.

Poema sinfónico

Mucho podríamos decir de un poema sinfónico, una obra musical de un solo movimiento para orquesta (de ahí su apelativo “sinfónico”) que presenta un argumento. La estructura de un poema sinfónico es libre y la reconocemos por su forma y contenido, pues son obras descriptivas, por lo general inspiradas en una pieza literaria o en un acontecimiento histórico.

Concierto grosso

Es una manera de denominar a lo que desde el clasicismo conocemos como sinfonía concertante. El concierto grosso como concepto nace en el barroco y combina la intención de las sinfonías y los conciertos solistas.

Esta es quizás una de las formas musicales instrumentales más famosa del barroco porque alterna los concertinos (solistas) con el resto de la orquesta (tutti) en la interpretación de una obra.